jueves, 1 de diciembre de 2011


No siempre para ver hay que creer, a veces tenemos que creer y después ver. Cierra los ojos muy muy fuerte e imagínate que estamos tú y yo solos. No dejes que los de más te influencien, que te hagan daño, cree en ti, en tus sueños, vive tu propio sueño. Ahora sin más abre los ojos y empieza a creer de una forma diferente.

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